GEDION FERNANDEZ

ALLINLLA MUSUQ WATA ISKAY HUARANCCA CHUNCA PICHJAYOCC

SALUDOS POR AÑO NUEVO Estimados familiares, amigos(as), paisanos(as), compañeros de trabajo, artesanos y no artesanos ceramistas, alumnos(as...

Un gran privilegio asistir en la mesa de honor junto a la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Magali Silva Velarde-Álvarez, en la apertura de la campaña de "La artesanía perdida"bajo el slogan “El mundo la quiere, tú la tienes”

La motivación que se tiene para poder realizar cada una de las artesanías y poder transmitir así los mensajes en cada obra, nos lleva a conocer más a nuestro Perú y cada una de sus costumbres, el valorar lo nuestro y sentirnos orgullosos que poseemos esta riqueza, nos da fuerzas para seguir y fomentar las ideas, mitos, leyendas, historias, costumbres entre otros, y que el mundo las conozca.

PALABRAS DE GEDION FERNANDEZ

Maestro ceramista

Señora Ministra de Comercio Exterior y Turismo, Magali Silva; estimados amigos.

Con mucha alegría me encuentro hoy frente a ustedes para compartir mi experiencia como maestro ceramista. Desde muy joven, en mi pueblo natal Quinua en Ayacucho aprendí el arte de la alfarería de la mano de mi abuelo, y desde entonces supe que ser artesano sería mi mayor orgullo.

A los 27 años decidí venir a Lima, impulsado por la situación que se vivía en Ayacucho por la década de los 90. No fue fácil dejar mi trabajo como docente en el taller de cerámica de la provincia de Cangallo, y aventurarme a una ciudad totalmente desconocida para mí.

Sin embargo, contacté con unos artesanos en Ate-Vitarte y fundamos TAWAQ, una asociación para fomentar la enseñanza de la alfarería comercial y artística.

Es allí donde nace la inspiración para innovar; y me propuse crear piezas de gran formato influenciadas por el misticismo e historia de mi tierra que representan la vida cotidiana, como “El músico” que con 1.98 centímetros de altura retrata a un ícono de nuestra cultura andina. A él se sumaría la “Banda de músicos gordos”, “El chuncho”, un hombre de la selva ayacuchana que llega a Quinua a vender sus productos en las ferias artesanales; y otros más que me han hecho recorrer el mundo mostrando que la artesanía peruana y sus artesanos elaboramos piezas de indiscutible calidad que son apreciadas por nacionales y extranjeros.

Somos herederos de un país diverso con un gran legado, que desde hace siglos nos enseña aquellas técnicas que nuestros antepasados tanto atesoraron y a las cuales nosotros hemos incorporado nuevos elementos que elevan su valor histórico y cultural.

El camino recorrido no ha sido fácil; sin embargo, el apoyo de instituciones como MINCETUR, ha sido fundamental para que nuestro trabajo sea revalorado y reconocido en mercados internacionales como verdaderas joyas de artesanía.

Este trabajo conjunto, silencioso pero con paso constante ha logrado que hoy seamos testigos de un fenómeno que nos pone en los ojos de todos como el nuevo boom, porque el mundo la quiere y nosotros orgullosamente la tenemos: artesanía peruana. Gracias.